lunes, 30 de abril de 2012

Estar despierto.



"El silencio es el espacio en que uno despierta,
y la mente ruidosa es el espacio en que uno permanece dormido.
Si tu mente continúa parloteando, estás dormido"

Osho.

Los deseos se cumplen.


El punto de partida de sueño y deseo es el mismo: nuestra mente.

-La vida del sueño queda ahí, en la mente. El sueño, por definición, está desligado de la realidad, carece de un fundamento que lo haga realizable. Por ese motivo, el sueño nos produce placer simplemente con volar libre por nuestra imaginación. El sueño no implica acción ni compromiso personal.

Pero un sueño se puede tornar en deseo.

-El diccionario define deseo como “movimiento de la voluntad hacia el conocimiento, la posesión o el disfrute de algo”. Por lo tanto el deseo implica acción y felicidad. El deseo es cambio.

La intención es parte de la voluntad que define al deseo, pero con rumbo concreto.

Aunque inicialmente hayamos enmarcado el deseo en una esfera concreta (por ejemplo, la laboral), los cambios, como la vida, son en red. El hecho de examinar las esferas de nuestra vida en la que puede influir nuestro deseo, nos mantiene ligado a nuestra realidad presente.

Y recuerda… los deseos siempre se cumplen.

Son fragmentos de “Cuidado con los deseos. Se pueden cumplir”,
de José Martín Gris.

Estamos acostumbrados a vivir en el viejo paradigma de sacrificio, precio y pago, pensamos en función del exterior y así nos convertimos víctimas dónde no tenemos control sobre las situaciones o, dónde otra persona tiene control sobre nosotros. Cambiar al paradigma dónde somos felices, sin depender de las circunstancias externas, nos ayuda a magnetizar nuestros deseos.

La Ley de la Atracción contesta sólo a las vibraciones y no contesta a ninguna otra cosa. Su trabajo es darnos más de lo mismo que estamos vibrando y no va a cuestionar si deseamos algo diferente. Cuando priorizamos algo por sobre todas las cosas que distraen nuestra atención, es cuando cambiamos de paradigma.  

La Ley de Atracción responde a lo que somos, siempre nos va a enviar más de lo que ya somos. En esta nueva era es necesario dejar de ser el niño que le pide a Dios, para convertirnos en el adulto que utiliza los dones que Dios le dio para crear la vida que desea. Es necesario revertir el paradigma y dejar de esperar hasta que tengamos algo para sentirnos como deseamos.

La invitación es a que te diviertas creando, como si estuvieras jugando. Al  jugar estiramos la mente, creamos nuevas redes neuronales para que nuestro cerebro empiece a pensar más en términos de posibilidades. Manifestar riqueza es el fruto de algún intercambio de energía. Hay muchas ideas que puedes poner en práctica.

Una que me gusta mucho es colocar pos-it sobre los billetes con mensajes positivos como: “Bendigo a la persona a quien voy a visitar”, “Hay muchos más como yo, que regresan multiplicados a tu cartera”, “Amo fluir, bendigo la vida de todo aquel hacia quien fluyo”, entre otros. Diviértete y bendice a otros creando nuevos senderos hacia la riqueza.

Relato japonés.


Un belicoso Samurai desafió en una ocasión a un maestro Zen a que le explicara el concepto del cielo e infierno.

Pero el monje respondió con desdén: “No eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!”.

Herido en lo más profundo de su ser, el Samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó: “Podría matarte por tu impertinencia”.

Eso, repuso el monje con calma, “es el infierno”.

Desconcertado al percibir la amistad en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el Samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.

Y eso, añadió el monje, “es el cielo”.

“La paz interior se halla cuando el que busca deja de hacerlo, no por haberla encontrado, si no por descubrir que siempre estuvo con él y no fuera de él.”

jueves, 26 de abril de 2012

La sabiduría retrospectiva.


El otro nunca es responsable. Estad atentos. Si os volvéis sabios en el momento, no habrá problema. Pero todo el mundo se vuelve sabio cuando el momento ha pasado. La sabiduría retrospectiva no vale nada. Cuando lo habéis hecho todo, cuando habéis luchado, sermoneado y os habéis quejado y luego os habéis vuelto sabios y visto que no tenía sentido, es demasiado tarde.

No sirve para nada... porque ya habéis cometido el daño. Esta sabiduría es una sabiduría falsa. Os brinda la sen­sación de que habéis entendido. Ese es un truco del ego. Esa sabiduría no os va a ayudar. Cuando estabais haciendo lo que hacíais, en ese mismo momento, simultáneamente, es cuando ha de surgir la percepción y deberíais comprender que lo que hacéis es inútil.

Si sois capaces de verlo cuando está presente, entonces no podéis hacerlo. Jamás se puede ir contra la propia percepción, y si se va contra ella, esa percepción no lo es. Se la está confundiendo con otra cosa. Así que recordad, el otro jamás es responsable de nada. Es algo que hierve en vuestro interior. Y por supuesto la persona a la que amáis es la que está más próxima a vosotros.

No podéis arrojárselo a un desconoci­do que pasa por la calle, de modo que la persona que más próxima tenéis se convierte en el receptáculo en el que podéis continuar vertiendo todas vuestras tonterías. Pero hay que evitar eso, porque el amor es muy frágil. Si lo hacéis demasiado, si os excedéis, el amor puede desaparecer.

El otro nunca es responsable. Intentad que esto sea un estado tan permanente de percepción en vosotros que siempre que empecéis a ver algo malo en el otro, lo recordéis. Sorprendeos con las manos en la masa, para poder parar en el acto. Y pedir que se os perdone.

Osho.

miércoles, 25 de abril de 2012

Cuatro leyes de la bendición de Dios.


1. Nuestras bendiciones deben fluir a otros.


La Biblia nos enseña que cuando somos bendecidos no es solo para que nosotros nos sintamos bien, felices y confortables, pero para que bendigamos a otros. Cuando Dios bendijo a Abraham en Génesis 12 le dijo: “Te bendeciré y tú serás de bendición a otros”. Esta es la primera ley de la Bendición…y es que la Bendición debe fluir.


2. Cuando Nosotros Bendecimos a otros, Dios tomará cuidado de nuestras necesidades.


Eso lo promete Dios. Él se encargará de nuestras necesidades. No hay nada que Dios no hará a favor de aquel que ayuda a otros. De hecho, Dios garantiza esta bendición. Lucas 18 dice: “Les garantizo esto. Quien da alguna cosa para el Reino de Dios ciertamente recibirá muchas veces más en esta vida y la Vida eterna en el mundo venidero”. Cuando usted se preocupa por ayudar a otros, Dios asume la responsabilidad de tus problemas y eso es una bendición real, porque él sabe manejar tus dificultades más de lo que tú puedes.


3. Nuestras Bendiciones compartidas con otros retornan a nosotros.


Mientras más bendices a otros, mientras más ayudas a otros, más bendiciones de Dios vienen sobre ti. Lucas 6:38 dice: “Dad y Se os dará, medida buena”. Acá nos dice que no simplemente se nos dará de regreso sino con bono extra y bendición extra. Usted no le puede ganar a Dios. Mientras más trata usted de bendecir a otros alrededor suyo, Dios entonces dirá: Voy a derramar más bendiciones sobre ti. Vamos a jugar un pequeño juego. Veamos quien de los dos da más. Mientras tú bendices a otros yo me encargaré de retornar sobre ti la bendición”.


4. Cuando Dios te retorna la Bendición, Dios espera que de la misma manera bendigas a otros otra vez.


Jesús dijo en Lucas 12 que a quién mucho se le da, mucho se le exige. Al recibir de Dios nuestra responsabilidad es más grande. Basándonos en las bendiciones que ya has recibido hasta hoy. Qué es lo que crees que Dios espera de ti?


Rick Warren; autor del libro  “Una vida con propósito.”

Ay estoy sufriendo una intoxicación energética!


La mente no tiene pensamientos neutrales, casi siempre están cargados con el color de nuestras emociones, que los colorean positiva o negativamente. La mayoría de nuestros pensamientos son negativos, ya que la función de la mente es negar.
El alimento principal del ego es el “no”, de esta forma muchos “no crean un gran ego. Al decir “no” creamos una falsa imagen de control. Así, cada vez que decimos “sí”, el ego lo percibe como amenaza. Cuando negarnos a algo o a alguien lo percibimos como fuerza.
Por ejemplo, llegamos a alguna oficina con la necesidad de algún servicio o producto, y un empleado nos la pone en la china. Tal vez le preguntamos algo, y ni siquiera nos mira simulando estar muy ocupado. De esta forma, nos está diciendo “no”. Puede hacernos esperar innecesariamente, atender una llamada, buscar algo, etc. De este modo, siente que tiene poder, que no es un empleado cualquiera, y que en sus manos está hacernos esperar.
Cuando alguien está atravesando por momentos difíciles, o experimentando malestar (físico o emocional), podemos encontrar la causa en una intoxicación energética, por la cantidad de “no” con los que la persona se ha alimentado. Lo primero que llega a la mente es el “no”, el “sí” es más difícil. Usualmente, el sí solo es expresado cuando ya no podemos más, cuando la dificultad e intensidad de nuestras dificultades nos ha llevado a rendirnos a una fuerza superior.
Siempre estamos pensando acerca de alguien o algo, sin embargo pensar es una pseudoactividad. Sentir es la verdadera naturaleza del ser, pensar no. Al pensar nos da la impresión de que algo sucede, pero en realidad no ocurre nada. Si tenemos hambre, pensar en la comida no nos satisface. Eso solo sucede cuando comemos, ya que la satisfacción viene por la acción y no por el pensamiento.
Debemos cambiar los hábitos de nuestra mente. En psicología, se suelen utilizar los cambios de actividad para flexibilizar los patrones mentales. El cerebro tiene muchos centros y cada uno funciona de modo distinto.
La mente funciona diferente cuando estamos calculando en una operación matemática, a cuando leemos poesía. Por esto, en las escuelas y universidades se cambia de materia después de 45 minutos. Después de este tiempo el cerebro se cansa y necesita una nueva actividad para que el centro que estaba funcionando se reponga.
El cambio enriquece. La rutina hace que la mente se vuelva obsesiva y se resista al cambio. Siempre podemos hacer algo para descansar la mente. Por ejemplo, respirar durante 5 minutos. La espiración debe ser tan profunda como podamos, dejando que el propio cuerpo tome el aire y no nosotros. Luego, podemos continuar haciendo lo que hacíamos.

Sacar la basura interior.


Una gran cantidad de personas se confunden al encontrar mucha basura, a medida que avanzan en su camino espiritual. La razón es que cuanto más hacemos, más cosas surgen. Ver nuestra basura, todo aquello que contamina nuestra conexión espiritual, es doloroso pero también necesario para nuestro proceso. Crecer duele.

La energía no discrimina. Sirve para todo y todos sin distinción, para ella no hay bueno ni malo. Utilizarla es nuestra responsabilidad personal. De modo que, cuando nos exponemos a la intensidad de la frecuencia espiritual sin purificarnos, también nuestros defectos se fortalecen.

Limpiar nuestra basura requiere que la miremos, la coloquemos en un lugar apropiado y hagamos algo con ella. Limpiar basura requiere humildad, y muchas veces la vida espiritual genera un peligroso orgullo en un ego no observado. Este proceso es un trabajo tedioso, en ocasiones doloroso, pero completamente necesario para nuestro proceso espiritual.

La cercanía con el Espíritu revela nuestra pequeñez e ignorancia, y solo podemos seguir avanzando si somos humildes y reconocemos no solo nuestra grandeza, pero también la de los demás. El cansancio llega del agotamiento que nos produce resistirnos a “lo que es”. Tenemos la ilusión de que no tendremos más trabajo, porque ya lo estamos haciendo bien.

Luego de iniciar el camino en el espíritu, algunas personas pueden devolverse a lo que parece conocido o seguro, creyendo ingenuamente que podrán seguir como si nada hubiera ocurrido. Esto es ignorancia y además supone un gran peligro. Así como un niño que desconoce el poder del fuego, se quema, la exposición al fuego del espíritu nos marca con unas huellas, que no pueden esconderse.

A medida que maduramos espiritualmente, nos vamos reconociendo como chispas divinas, y comprendemos que los movimientos del Espíritu son inacabados. Nos hacemos conscientes de que la creación sirve incesantemente igual que su Creador. Cuanto más aprendemos, más específicos nos tornamos. Cuanto más hacemos, más cosas surgen. Algunos llaman a esto la “divina insatisfacción”.

La vida siempre va hacia adelante…nada termina…A medida que avanzamos en nuestra travesía,  profundizamos más en los detalles. Si continuamos puliéndonos (sacando las impurezas), podremos mostrar el diamante que somos. Es necesaria la auto-observación consciente y re-enfocarnos de forma continua. Todo se mueve constantemente y si nos descuidamos, podemos perder nuevamente el camino. Sacar nuestra basura interior nos asegura que la energía solo aumentará lo bueno.

lunes, 23 de abril de 2012

Día mundial del Libro.


23 de Abril, Día mundial del Libro, en honor al fallecimiento de grandes escritores como Miguel De Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega.

domingo, 22 de abril de 2012

Bendecir nos re-enfoca en lo bueno.


Exponernos frente al otro para que nos sirva de espejo y nos refleje aquellas áreas de nosotros mismos que no podemos mirar, es una maravillosa oportunidad para ver nuestras sombra.  Debemos confiar en que cada verdad incómoda que enfrentamos, crea una abertura mayor a las cosas que estamos buscando que lleguen a nuestras vidas.

La primera vez que hice este ejercicio les pedí a mi madre y a mis hijos que me apoyaran. Les entregue unas hojas para que se expresaran por escrito, de modo que tuviera menos oportunidad para olvidar o hacer una interpretación libre. De no haber estado presente, podría haber pensado que los cuatro se pusieron de acuerdo, ya que me veían de modo muy similar.

Nuestras virtudes y nuestros defectos son dos caras de una misma moneda. Lo que les gustaría que fuera diferente, solo mostraba el aspecto negativo (en desbalance) de aquello que les gusta en mi. Por ejemplo, me expresaron que es difícil relacionarse conmigo cuando me muestro psicorígida, perfeccionista y exigente, y que admiran que soy inteligente, creativa y organizada.  

La esencia es una porque es completa, sin embargo, ponemos una atención excesiva en los aspectos negativos. Es por eso que nos enojamos con la gente que nos muestra lo que hemos querido esconder, rechazar, ignorar y negar de nosotros mismos. Todo lo que se excluye o separa nos produce un gran dolor y vacío. La única vía para una vida plena es estar completos, con nuestra luz y nuestra sombra.

A donde va nuestro pensamiento, va nuestra energía. Este ejercicio nos brinda la oportunidad de re-enfocarnos en sintonía con el espíritu. Cuando nos movemos en el espíritu sentimos ligereza y bienestar. Cualquier dolor o malestar me muestra un aspecto no integrado de mí. Auto-observarnos disminuye la oportunidad para la distracción de la consciencia.

Las situaciones y relaciones que nos molestan son bendiciones disfrazadas. Agradecer lo que se presenta como difícil nos reconecta con esta realidad, abriéndonos a la oportunidad de sanar, y estar despiertos y receptivos para reconocer la divinidad que vive en el interior de todos. Todos somos parte de la misma Unidad, cada vez que bendecimos, especialmente lo que nos cuesta ver como bueno, multiplicamos el efecto de la bendición.

Ejercicio:

Elige a una persona con la que tengas un desafío de crecimiento. Colócate en su posición y escribe en una hoja de papel lo que esta persona podría querer decirte acerca de lo que admira, honra, respeta y/o ama de ti. De igual forma, lo que le gustaría que cambiaras o fuera diferente. Si te sientes con la fuerza o el valor, es recomendable que lo hagas con la persona en cuestión.

martes, 17 de abril de 2012

El éxito y la inteligencia social.



Luego de su polémica inteligencia emocional, a partir de nuevos descubrimientos científicos Daniel Goleman nos adentra en el mundo de la Inteligencia social, y nos muestra un camino para lograr éxito, felicidad y  relaciones satisfactorias. Nos muestra cómo la forma en la que hemos sido tratados en nuestros primeros meses de vida (la frecuencia en la que nuestros padres nos acariciaban, etc.) determina en un alto grado cómo nos desenvolveremos posteriormente en nuestras relaciones sociales.

Goleman explica que nuestro sistema neuronal está programado para conectar con los demás, ya que el mismo diseño del cerebro nos torna sociables, al establecer un vínculo intercerebral con las personas con las que nos relacionamos. En el fondo, somos la suma de la gente que hemos conocido y de la influencia que han tenido en nosotros.

Nuestra inteligencia social se modifica en los primeros años de vida y podemos cultivarla y fortalecerla siendo adultos, empleando las herramientas adecuadas. Sin saberlo, a través de las Constelaciones Familiares poco a poco fui desarrollando el arte de conectar con los demás y entrar en una relación emocional más allá de la crítica, el juicio o el miedo. La Inteligencia Social permite que las personas desarrollen la capacidad de sintonizar, de entrar y entender la realidad interior del otro.

La inteligencia social abarca dos categorías: 1- Conciencia Social (Lo que sentimos de los demás) y 2- Aptitud Social (Lo que hacemos con esa conciencia). Cada una tiene 4 habilidades para un total de 8 habilidades sociales. La conciencia social se vale de la percepción para comprender el estado interior de otra persona y la aptitud social nos permite actuar eficazmente a partir de esa comprensión profunda que nos ha llegado del otro.

La conciencia social está formada por: la Empatía primordial, la Sintonía, la Exactitud empática y la Cognición social. La aptitud social está compuesta por: la Sincronía, la Presentación social, la Influencia y el Interés por los otros.

1.Empatía primordial: es la capacidad que tenemos para detectar en los demás expresiones fugaces, que nos permiten darnos cuenta de sus emociones. Esta es una habilidad intuitiva y visceral que se expresa de una manera muy rápida y automática.  El proceso empático se da en tres etapas; la primera es poder captar lo que las personas están sintiendo, para esto es necesario el contacto humano y conocer un poco sobre lenguaje no verbal, la segunda fase es sentir las emociones del otro, y la tercera es actuar en consecuencia.  La empatía primordial es una cualidad de lo femenino, por lo tanto, con mucha frecuencia la apreciamos en mujeres sanas. A la vez, mejora con el paso de los años, como si el tiempo vivido la perfeccionara.

2. Sintonía: es un tipo de atención total y sostenida que favorece las buenas relaciones. Las personas que tienen esta habilidad, dejan de lado sus preocupaciones y asuntos personales para poner toda la atención en el otro, escuchándolo de manera ateta y total.  Más que el tiempo compartido, aquí de lo que se trata es de poder estar completamente disponibles y centrados en el otro, sin interrupciones internas o externas. Esta habilidad es frecuente en directivos, maestros, terapeutas y lideres.

3. Exactitud empática: si la empatía primordial se trata de nuestra capacidad de captar instantáneamente lo que el otro piensa o siente, la exactitud empática se refiere a la comprensión de lo que subyace a estos pensamientos y sentimientos. Esta habilidad distingue a los negociadores más exitosos, los políticos más votados, los vendedores más productivos y los terapeutas más perspicaces. A la vez, esta característica está  presente en las parejas que forman los matrimonios más exitosos, especialmente en los primeros años. De igual modo, la ausencia de esta habilidad es lo que permite que alguien sepa que el otro está mal, pero no tenga la menor idea de lo que le ocurre.

4. Cognición social: implica el conocimiento del funcionamiento de las leyes que rigen el mundo social, sus normas y las variaciones que ocurren en  diferentes momentos.  La comprensión que podemos tener sobre el mundo social se basa en nuestra forma de pensar, de nuestras creencias y de lo que nuestra conciencia familiar nos haya ensenado sobre las normas y reglas sociales que rigen las relaciones. Este conocimiento tiene más peso a la hora de mezclarnos con personas distintas a nosotros.


5. Sincronía: es el fundamento de las demás aptitudes sociales. Cuando se da sincronía se logra una danza no verbal con las personas con quienes nos relacionamos. Su ausencia en cambio, obstaculiza nuestra competencia social y nuestras interacciones. La lectura instantánea de los indicios no verbales es de rigor para que se establezca la sincronía. Aquí entran en juego muchos sutiles detalles, desde sonreír o asentir en el momento adecuado, hasta interrumpir el contacto visual o alejarnos para orientar adecuadamente el curso del mensaje.

La disemia es una dificultad de la sincronía que nos caracteriza con una incapacidad para interpretar adecuadamente las señales y signos no verbales. De este modo, se dificultan las relaciones y la respuesta asertiva. Un caso común es el de las personas que no se dan cuenta cuando una conversación llega a su fin, y continúan hablando e importunando a sus interlocutores que evitaran los encuentros en el futuro.

6. Presentación social: las estrellas de cine son artistas en este arte de presentarse a si mismos frente a los otros. De este modo, muestran en cada ocasión el mensaje o impresión que requieren transmitir para lograr sus objetivos. Esta habilidad tiene una estrecha relación con el carisma o capacidad de despertar en los demás las emociones que experimenta la propia persona, y arrastrarles en esas emociones. Estas personas tienen un savoir faire que les hace lucir muy seguros y diestros. Así, saben moverse en cualquier situación con mucha gracia y naturalidad. Los vendedores, diplomáticos, políticos, personal de servicio al cliente y otras personas de éxito muestran esta habilidad de un modo empático.


7. Influencia: es el buen uso del tacto y el auto-control a fin de que la influencia ejerza un efecto positivo o constructivo. La expresión personal se regula para que lo que se transmita logre fácilmente el resultado social deseado. Estas personas lucen amables, fiables y con autoridad. Los policías de transito de la ciudad de nueva york son los que presentan una la tasa mas baja de incidentes que desencadenan actitudes violentas. Ellos son entrenados en el modo que el cuerpo responde frente a un desacato de autoridad, y su conducta profesional se muestra con tranquilidad pero con firmeza. Aprenden a no responder de forma instintiva a las provocaciones que podrían desembocar en una reacción en cadena.

8. Interés por los otros: es el filtro de las habilidades sociales, ya que toca los límites con la dimensión espiritual. El interés autentico por los demás muestra nuestra capacidad de servir a los otros desde nuestro lugar. En esta habilidad fracasan las personas manipuladoras y controladoras, aunque tengan otras habilidades sociales. La ayuda sana es la suma de empatía e interés por los otros.

Extracto de la charla del mes en Thesaurus. Basada en el libro “Inteligencia social; la nueva ciencia para mejorar las relaciones humanas” de Daniel Goleman, Psicólogo norteamericano, investigador y profesor de la Universidad de Harvard

domingo, 15 de abril de 2012

El silencio.

Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo.
Federico García Lorca.

jueves, 12 de abril de 2012

Los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos.


De Leonardo da Vinci se cuenta una conmovedora anécdota.

Al principio de su carrera debía pintar una imagen de Cristo y encontró un joven de profunda hermosura que le sirvió de modelo para el rostro de Jesús. Muchos años después Leonardo estaba pintando un cuadro donde figuraba judas y se echó a andar por las calles de Florencia en busca del modelo perfecto para hacer el papel del gran traidor.

Finalmente encontró a alguien con un aire sombrío y maligno que le pareció el modelo perfecto para la imagen de judas, y le pidió si quería posar para él. El hombre lo miró y le dijo: «Tú ya no me recuerdas, pero yo te conozco. Hace años, te serví de modelo para tu imagen de Jesús».

Una reflexión consteladora # 28.

miércoles, 11 de abril de 2012

Fortalecer las raíces para poder volar.



Solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos:
  Uno, raíces; el otro, alas. 
Hodding Carter.

 Desde tiempos muy remotos, los sabios han dicho que quien se conoce a si mismo, conoce el mundo. La mayoría de los senderos de búsqueda espirituales son una travesía que nos lleva al punto de partida: nosotros mismos. Sin embargo, esta no es una tarea fácil. Tenemos una inmensa tendencia a no conocernos, por estar encerrados en la trampa del pasado familiar.
 
Cambiar significa deshacer los nudos que nos atan a la tribu y rescindir los contratos que hicimos con ellos. El árbol genealógico nos posee por medio de ocultas amenazas: queremos ser amados por nuestros familiares, pero si no somos como ellos quieren que seamos, corremos el riesgo de ser expulsados del clan.

Inconscientemente, chocamos con muros que seremos incapaces de derribar, aquejados de un amor ciego. Somos esclavos de nuestros terrores infantiles. Queremos que cese nuestro sufrimiento pero, por lealtad a nuestra familia, no queremos saber su causa: sufrir es más fácil que asumir la solución.   

Jodorowsky cuenta que en una ocasión fue a ver a una curandera llamada Pachita, que luego de examinarlo en silencio le dijo: “Hijo querido del alma, acepta el don”. Al principio, el creyó que ella lo trató como un hijo para provocar una transferencia. Luego comprendió que realmente le quería decir: “Eres hijo de tu propia alma. Acéptala”. El mensaje fue: acepta ser lo que eres y no lo que los otros te han obligado a ser. Vence al tabú: realiza lo que te está prohibido…

Toda sanación nos invita a traicionar a nuestro árbol. Sin embargo, es imposible eliminar a alguien de la familia o borrar nuestro origen e historia, pues sería como eliminar una parte importante de nosotros mismos. La clave es: integrar el pasado en el presente y comprender que todo lo pasado fue útil…todo tuvo una razón de ser.  
 
La memoria de nuestro árbol genealógico está siempre presente en nosotros. Cada uno de nosotros está habitado por las tres generaciones que nos preceden. Esto es un mínimo de catorce personas. Cuando nos movemos llevamos a todo nuestro “clan” con nosotros. Los chamanes dicen que junto a cualquier persona siempre viajan todos sus ancestros. Lo que sanamos de nuestro árbol, queda sanado para las generaciones que nos sigan.
   
Si elevamos nuestro nivel de consciencia, eso repercutirá no sólo en nuestros hijos y en los hijos de nuestros hijos, sino también en todas las obras que realicemos y compartamos con el mundo. Cuando podemos mirar a algo o alguien que antes no podíamos incluir, estamos más completos y eso aumenta nuestra fuerza.
   
Hay un tesoro que deberemos descubrir en el proceso. En constelaciones familiares se dice que dónde está la herida, está también la solución. Es así como la familia nos enferma, y también nos sana. De modo que no se trata de volvernos autónomos, sino de ser capaces de entrar en nuestra familia, convertirla en nuestra aliada interior y con su bendición hacerlo diferente.

Para comprender nuestro árbol genealógico es necesario entrar en él como lo hacemos en nuestros sueños. No hay que interpretarlo, hay que vivirlo. Permitirnos escuchar el llamado y ver como estamos respondiendo. Mirar que está pasando con nosotros, escuchar a nuestro cuerpo. Observar qué se mueve en mí y en qué dirección. 
 
Karina Pereyra.
Consteladora Familiar.

domingo, 8 de abril de 2012

Domingo de pascua 2012.


Que todos los corazones y todos los entendimientos se abran…

Gran gozo vivo hoy!


Este domingo mi corazón rebosa en la Alegría del Cristo Resucitado, y deseo compartir con ustedes, mis lectores del blog este gran gozo. Rendida ante este Jesús Vivo, renazco junto a Él, y les deseo una nueva y venturosa vida a todos.
¡Feliz pascua de resurrección y feliz renacer!!
Karina.

sábado, 7 de abril de 2012

Hoy acompañamos a la Madre en su profundísimo dolor.


Dentro de poco tiempo me reuniré con un grupo de valiosas, amorosas y humildes mujeres, para unirnos en la reflexión de los dolores de la Madre María. Mientras los minutos se acercan, siento mis propias penas pequeñísimas y a la vez veo el proceso y su precio.

El sentido del dolor es el crecimiento y maduración espiritual. Ni la misma María, la Madre “tres veces admirable”, por ser Hija de Dios-Padre, Madre de Dios-Hijo y Esposa de Dios- Espíritu Santo, se libró de este proceso. Evitar el dolor es una tarea inútil, pues el dolor es inevitable.

El sufrimiento nos llega cuando queriendo infantilmente hacer esto, hacemos del dolor una manera de sentir. La invitación es a renunciar a todo sufrimiento, crecer en nuestro dolor y resucitar…


LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN.

1º. La profecía de Simeón (Lc. 2, 22-35) Cuando la Madre fue a presentar a Jesús en el templo, la profecía del anciano Simeón la sumergió en profundo dolor al escucharle decir: “Este Niño está puesto para ruina y resurrección de muchos de Israel, y una espada traspasará tu alma”. Sentimos el dolor de esta realidad.

2º. La persecución de Herodes y la huida a Egipto (Mt. 2, 13-15) Acompañamos a María en las fatigas, trabajos y sobresaltos que sufrió al huir a Egipto en compañía de José para poner a salvo la vida de su hijo.
3º. Jesús perdido en el Templo, por tres días (Lc. 2, 41-50) El tormento y las lágrimas derramadas en aquellos tres largos días en que su  hijo Jesús estuvo perdido es nada en comparación con lo que hayamos sentido al creer perdido algo o alguien.

4º. María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz (Vía Crucis, 4ª estación) Ver al hijo sucio, sufriente, desgarrado, golpeado y cargado con la cruz que llevaba para pagar la deuda de toda la humanidad es un dolor inmenso ante el cual, los nuestros palidecen.

5º. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Jn. 19, 17-30) La Madre María pasa por el horrible tormento de contemplar la crueldad de los que su hijo amó, traspasándole con duros clavos los pies y manos. Al igual que Él, todo lo sufrió por amor. Los que amamos también serán nuestra causa de dolor.

6º. María recibe a Jesús bajado de la Cruz (Mc. 15, 42-46) María recibe en sus brazos a su hijo Jesús muerto y lo acuna como un bebé.
7º. La sepultura de Jesús (Jn. 19, 38-42) Acompañar al Hijo al sepulcro y dejarlo allí, solo es un dolor incomparable. Aun así,  la  Madre regresó a cuidar a los que mataron a su Hijo. Los perdonó y amó. Estamos dispuestos s seguir a nuestra Madre?



PROMESAS DE LA VIRGEN A LOS DEVOTOS DE SUS DOLORES.

Siete gracias que la Santísima Virgen concede a las almas que la honran considerando sus lágrimas y dolores.

1º. Pondré paz en sus familias.
2º. Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3º. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4º. Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
5º. Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los protegeré en todos los instantes de sus vidas.

6º. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte: verán el rostro de su Madre.

7º. He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción (a mis lágrimas y dolores) sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su eterna consolación y alegría”.

jueves, 5 de abril de 2012

Jesús y el lavado de los pies.


En la Biblia la palabra pie aparece 250 veces, aunque no siempre con la misma relevancia simbólica. La postura vertical que nos permite el sostenernos sobre nuestros pies es símbolo del espíritu. Muchas religiones consideran la ligereza y la movilidad como características del espíritu, de ahí que sea representado como un ave. Los pies nos permiten la movilidad por lo que en algunos libros sagrados se utilizan como metáfora del espíritu. En arameo, cuando se menciona la palabra pies se refiere a Alma, mostrando así la relación de los pies con la liberación que nos ofrece el espíritu.
En una ocasión en que Yahvé habla con Ezequiel le dice: "así se expresa Yahvé: ¡El cielo es mi trono y la tierra la tarima para mis pies!" (Is. 66,1). De ese modo, los pies de Dios se vinculan con la Tierra. Nuestros pies nos ponen en contacto con la tierra. La vida se percibe a través de los pies y a través de ellos la llevamos a todo el cuerpo. De igual forma, por medio de los pies descargamos el excedente de energía que debe salir del cuerpo, sobretodo cuando caminamos descalzos.
Los pies son nuestro cable a tierra. Los pies tienen relación con el chakra raíz, y reflejan cómo elegimos responder a las condiciones de nuestra vida. We open and close our chakras when we decide what to think and what to feel. Cuando perdemos nuestra conexión con la tierra, nos separamos de la fuente de la sanación y bienestar. We disconnect ourselves from our ability to lovingly care for and nourish ourselves as well as to provide the physical comforts we need.Nos desconectamos de la capacidad de cuidarnos y alimentarnos con amor a nosotros mismos, así como satisfacer lo que necesitamos.
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. En el transcurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de entregarlo, Jesús, consciente de que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y sabiendo que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido.
Jesús emplea el lavado de pies para enseñarnos lo que debemos hacer y cómo hacerlo: Se quitó el manto y se ciñó con una toalla para mostrarnos que el que está más preparado es el que debe servir al que lo está menos. Quitarse el manto es un símbolo de despojarse de su investidura y ceñirse la toalla en la cintura es prepararse para servir.
Para lavar los pies, de otros o propios, debemos inclinarnos y hacernos pequeños, indicando que solo quien es grande puede ser humilde. Pedro le dijo: “Tú no me lavarás los pies jamás”. Jesús le contestó: “Si no te lavo, no tendrás parte conmigo”. Entonces le dijo Pedro: “En ese caso, Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza”. Jesús le dijo: “El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y ustedes están limpios, aunque no todos”.

Cuando acabó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió a la mesa y les dijo: “¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan”.



El lavar los pies es un arte, y como todo arte es sanador.  Consiste en sutiles caricias de amor sobre nuestros pies. Sin ninguna intención o juicio, sólo en actitud de atención y quietud, ofreciendo nuestro amor, respeto y comprensión a la persona a la que lavamos. Practicar este sagrado rito nos permite accesar a la memoria y los registros de la humanidad. Lo movilizamos y traemos al presente la sabiduría de todos los hombres y mujeres que han caminado un paso en esta tierra. De esta forma, tenemos la oportunidad de establecer una nueva y sana experiencia de aprendizaje, de cualquier vivencia traumática que nos ha generado sufrimiento, en la actitud humilde de reconocer que no hay nada que pueda cambiar o hacer, porque ya todo fue hecho desde antes de ponernos en pie.

El lavatorio de los pies que Jesús hizo a sus apóstoles un jueves como el de hoy, nos muestra una poderosa vía de crecimiento espiritual, por medio de una sencilla y antigua práctica. Este antiguo arte activa la compasión, el amor y la liberación del sufrimiento ancestral. Las huellas de este noble arte se han encontrado en diferentes culturas y épocas, y es afín a todas las religiones, filosofías y escuelas. Practicado por diferentes caminantes, peregrinos y buscadores desde el principio de los tiempo (esenios, egipcios, chinos, siberianos, toltecas, griegos, entre otros), en la actualidad este mágico recurso nos puede conducir al deseado despertar de conciencia.

Los pies contienen los registros y la información de experiencias que fueron causa de dolor y sufrimiento, así como el origen de los patrones que nos llevan a transitar un determinado camino, que en muchos casos responde mas a una necesidad de nuestro árbol genealógico, que a una necesidad nuestra. En nuestros pies están todas nuestras respuestas. En ellos encontramos el reflejo y la expresión sincera de todo lo que somos y vivimos. Este acto amoroso y sagrado nos permite liberar las impurezas que mantienen triste al alma, y al mismo tiempo armoniza el campo energético enturbiado que nos mantiene paralizados y atados a los miedos, el dolor y el sufrimiento.

El lavado y masaje de amor a los pies es una vía para tocar el alma, llevándonos a experimentar una auténtica liberación y curación. La humilde actitud de inclinarnos a lavar los pies es apoyada por todos nuestros ancestros, que nos acompañan hasta lograr un verdadero desbloqueo emocional y mental, abriendo la puerta hacia nuestro auto conocimiento y amor propio. Este arte sagrado nos lleva a nuestro origen, regalándonos la oportunidad de despertar la fuerza de la Vida y el poder del Amor-Uno.

Felices pascuas de resurrección,

Karina Pereyra.