martes, 25 de agosto de 2015

Síntomas encapsulados


El ser humano vive inmerso en sus emociones: anticipa problemas, amenazas... y así libera moléculas que alteran las membranas celulares, lo que afecta a huesos, cartílagos, vísceras...: ¡tus órganos lloran las lágrimas que tus ojos se niegan a derramar!



¿Cada órgano tiene su emoción?
La vesícula biliar: amargura, rabia contenida..., que derivará en malas digestiones.

¿Y el corazón?
Un dolor entre pecho y espalda habla de un miedo: bloquea las vértebras que inervan el pericardio, envoltorio del corazón.

¿Y cómo actúa el osteópata?
Con sus manos y arte desbloquea contracciones, moviliza órganos, armoniza el sistema nervioso, reequilibra huesos...

¿Y el hígado, el riñón...?
Filtros: conviene dejarlos reposar y limpiarlos con regularidad, para no intoxicarnos. Por ejemplo, dejar de beber a últimas horas de la tarde... Y la osteopatía visceral puede movilizar esos órganos, beneficiándolos.

¿Movilizarlos?
Sí, cada órgano tiene su movimiento natural propio y podemos promoverlo. Motus vita est: ¡movimiento es vida! Es mi lema.

Un ejemplo.
Movilizar correctamente el intestino puede solventar lumbalgias...

¿Algún consejo desde ese saber?
¡Alcaliniza tu organismo! Los tumores sólo prosperan en un medio ácido, y nuestros malos hábitos nos acidifican e inflaman...

¿Y cómo hago para alcalinizarme?
Cada mañana toma un vaso de agua con zumo de limón. Y consume brócoli. Y reduce carnes, arroz blanco, harinas y azúcares refinados... Y nada de bebidas edulcoradas.



Hábleme de algún paciente suyo.
Una señora se quejaba de que le dolía todo el cuerpo. Es decir, ¡le dolía el alma! La osteopatía es útil: tocar, mover... genera neurotransmisores, endorfinas que llevan a las células un mensaje de bienestar.

¿Abrazarse cura?
Un abrazo largo es curativo: ¡un abrazo de al menos seis segundos propicia esas endorfinas! Siempre digo: "Abraza seis segundos a tus padres y serás más inteligente".

Curioso.
Está estudiado que la entrega al prójimo es el mayor placer, la mayor fuente de endorfinas. ¡Ama a los otros como a ti mismo!
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Fuente: Extracto de una entrevista con David Ponce, doctor en Osteopatía en La Vanguardia

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